El proceso clasificatorio rumbo al Mundial de Brasil 2027 ya está en marcha, y la Selección Mexicana Femenil tiene claros los retos que enfrenta. Con partidos determinantes en el formato actual de la Concacaf W, cada detalle cuenta para asegurar un boleto.
Andrea Rodebaugh, directora de Selecciones Nacionales Femeniles, explicó en entrevista exclusiva con Espartanas MX que las fechas son pocas y cada partido es vital.
“Clasificamos prácticamente a una fase de cuartos de final, donde tenemos que ganar y ganando un partido pues avanzamos ya al Mundial”.
Preparación bajo presión
El reducido calendario de clasificación, que comenzará con un duelo en cuartos de final, obliga a trabajar con máxima intensidad.
Rodebaugh explicó que no se está perdiendo tiempo, ya que desde antes de la última fecha FIFA de 2024 se ha mantenido un enfoque total en este objetivo.
"Es entrar en modo eliminatoria. Ganar el partido significa avanzar al Mundial, y eso exige estar preparados en todos los aspectos", detalló.
Lecciones del pasado y enfoque en el presente
Aunque el proyecto actual no forma parte del ciclo que dejó a México fuera del Mundial pasado, han tomado aprendizajes importantes.
“Nosotros analizamos lo que ocurrió, pero estamos enfocados en construir un camino sólido hacia el futuro. Más que presión, es una motivación para poner las bases necesarias y alcanzar nuestros objetivos”, afirmó Rodebaugh.
Un desafío para consolidar la identidad
Además de los resultados en el campo, este proceso es visto como una oportunidad para reforzar la identidad del equipo.
Bajo el liderazgo de Rodebaugh, la Selección busca demostrar un estilo definido que la distinga internacionalmente y proyecte el avance del fútbol femenil mexicano.
Con el Mundial de Brasil 2027 en el horizonte, cada entrenamiento, estrategia y decisión serán cruciales para que México recupere su lugar en la máxima competencia del fútbol femenil.