La Selección Mexicana Femenil vivió una noche memorable en el estadio Nemesio Diez, no solo por la victoria 4-0 sobre Tailandia, sino por los momentos especiales que se compartieron con los aficionados. Uno de los instantes más emotivos fue protagonizado por Celeste Espino, la joven portera del Tri, quien, al final del partido, obsequió su camiseta a una pequeña aficionada que había asistido a verla jugar.
La niña, llamada Sara, mostró una gran sonrisa al recibir el preciado regalo, y no dudó en presumirlo ante todos los que la rodeaban. Durante el encuentro, Sara había gritado con entusiasmo el nombre de Celeste, quien, al escuchar su voz entre la multitud y verla al final del partido, no dudó en acercarse para regalarle su camiseta.
Este gesto desató la emoción de la pequeña y de los aficionados presentes, quienes presenciaron el bello intercambio entre jugadora y seguidora.
Para Celeste, quien desde su regreso de una larga lesión se ha mostrado agradecida con el apoyo del público, fue una forma de retribuir el cariño de los aficionados. La portera ha mencionado en diversas ocasiones lo motivador que es para el equipo sentir el respaldo de la afición, y en este encuentro no fue la excepción.
El gesto de Espino no solo ilustra el compromiso de la Selección Mexicana Femenil con el desarrollo del deporte, sino también con inspirar a las nuevas generaciones. Momentos como este fortalecen el vínculo entre jugadoras y aficionados, y dejan huella en los corazones de quienes sueñan con algún día vestir los colores de México.