Iris Mora, exjugadora de la Selección Mexicana Femenil, analizó en una entrevista exclusiva con Espartanas MX lo que significó para México no calificar al Mundial de 2019. A través de sus palabras, detalló cómo esta ausencia no fue negativa y al contrario, fue un punto de inflexión que impulsó cambios estructurales y estratégicos importantes en el fútbol femenil del país.
Un Revés que Impulsó el Cambio
"Lo que no se clasificó al Mundial yo no lo veo como algo negativo, la verdad, para nada", comenzó Iris. "Le veo cosas positivas del que no se haya clasificado”.
Aunque a primera vista podría parecer un fracaso, Iris destacó que esta situación permitió identificar y abordar problemas profundos en el fútbol femenil mexicano.
"Hubiéramos tapado con un dedo muchas cosas," añade, sugiriendo que la calificación podría haber ocultado deficiencias estructurales que necesitaban atención urgente.
Reestructuración y nuevas inversiones
La falta de clasificación llevó a una reestructuración significativa. "Se contrataron gente de fútbol que lleva muchos años," explica Iris, subrayando la incorporación de entrenadores y personal con experiencia y conocimiento profundo del fútbol femenil.
Este cambio de enfoque permitió que se implementaran programas y estructuras desde las categorías inferiores.
"Históricamente, se realizó la primera concentración de una sub-13," mencionó Iris, destacando uno de los pasos importantes hacia el desarrollo a largo plazo.
Además, se invirtió en categorías sub-15 y sub-13, cruciales para cerrar la brecha de iniciación temprana que países como Alemania, Suecia, Australia y España han sabido aprovechar para desarrollar su talento desde edades tempranas.
Desarrollo a Temprana Edad: Clave para el Futuro
Iris Mora señaló que la ventaja competitiva en el fútbol internacional radica en el desarrollo a temprana edad.
"La ventaja está en 2-3 años de iniciación," dice, refiriéndose a la preparación que las jugadoras en otros países reciben desde edades muy tempranas. México, al empezar a invertir en sus jugadoras desde los 10-13 años, busca igualar esta ventaja.
El ejemplo de España es particularmente relevante. "Lo puedes ver el ejemplo más claro es España," comenta Iris, recordando cómo la inversión temprana en sus jugadoras ha rendido frutos. Otros países latinoamericanos, como Colombia, también han demostrado el impacto positivo de invertir en sus jóvenes talentos.
Desafíos Económicos y de Infraestructura
A pesar de los avances, aún existen desafíos significativos, especialmente en términos económicos.
"Hay poco hay una economía en la que no se puede vivir todavía del fútbol femenino", dice Iris, resaltando la incertidumbre y las dificultades financieras que enfrentan las jugadoras jóvenes. Esta falta de estabilidad económica puede desmotivar a muchas jugadoras prometedoras.
Colaboración y Futuro Prometedor
Para Iris Mora, la solución pasa por una colaboración más estrecha entre diferentes entidades.
"Si se trabaja a través de los institutos de deporte a través del Estado también de los municipios, siento que equipos profesionales, no, o sea que no tengan que estar peleados el tema de iniciativa privada con gobierno para poder ayudar," propone.
Esta sinergia podría potenciar el desarrollo no solo del fútbol sino del deporte en general en México.