Este lunes 29 de mayo, parecía que Tigres y Rayadas tenían la mesa puesta para avanzar a la gran final de la Liga MX Femenil; sin embargo, ambos equipos sufrieron dolorosas derrotas en su propio estadio y quedaron eliminados en la ronda de semifinales.
Las pupilas de Carmelina Moscato, que eran las campeonas vigentes, fueron incapaces de hacer un gol en 180 minutos ante las Águilas del América, perdiendo ambos partidos 1-0 (la ida en el Azteca y la vuelta en el Volcán).
Por su parte, las dirigidas por Eva Espejo fueron incapaces de hacer un gol en 180 minutos ante las Tuzas del Pachuca: 0-0 en la ida disputada en el Hidalgo y 0-1 en la vuelta jugada en el Gigante de Acero.
Ambos equipos regiomontanos, sin pólvora en semifinales, consumaron un gran fracaso este semestre en el Circuito Rosa.
Por si fuera poco, las Amazonas rompieron una racha de 54 partidos sin perder en el Estadio Universitario, un inmueble desangelado, con solo 15 mil personas en una noche en el que Tigres, el equipo más ganador en la historia de la Liga MX Femenil, las necesitaba más que nunca.
Mismo caso en el Estadio BBVA, donde hubo poco público, poco ambiente y pocos deseos de apoyar a las Rayadas en un cotejo vital.