Todo comenzó cuando Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), tomó de la cara a Jenni Hermoso y la besó en la boca durante la ceremonia de premiación de las campeonas del mundo en Australia-Nueva Zelanda 2023.
El terrible acto le dio la vuelta a todo el planeta, opacando tristemente el increíble título obtenido por la Selección de España.
Al día siguiente, el dirigente se disculpó en un video. “Hay un hecho que tengo que lamentar y es todo lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo, con una magnífica relación entre ambos, al igual que con otras, y donde seguramente me he equivocado, lo tengo que reconocer. En un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe, ocurrió lo que ocurrió, de manera muy espontánea, sin mala fe por ninguna de las dos partes”.
Después, Jenni Hermoso, a través de su agencia de representación, pidió que no quedara impune la situación. Sin embargo, en España no han hecho más que defender a Rubiales, quien para colmo de males, este viernes 25 de agosto, cuando se daba por hecho su dimisión, subió al estrado para gritar cuatro veces “no voy a dimitir”, durante su discurso ante la asamblea extraordinaria de la RFEF.
Tanto en España como en México, Jenni ha recibido miles de muestras de apoyo ante la vergonzosa situación.
“Me levanté temprano en México para poder ir viendo cómo explico todo esto a mis compis”, publicó en redes sociales la defensa Andrea Pereira, jugadora del América Femenil.
“Me ha arruinado la puta mañana, estamos todos locos; ¿cómo es posible que se permita esto?”, agregó Renata Masciarelli, portera de Bravas de Juárez y ex compañera de ‘Pere’ en las Águilas.