En esta temporada de Día de Muertos, los equipos de la Liga MX Femeniol también protagonizan una calaverita, donde ni la muerte logra vencerlas. En el tradicional formato de calaveritas mexicanas, se describe cómo la Catrina los visita, pensando que su presencia sería suficiente para amedrentar a las jugadoras. Sin embargo, todas enfrentan a la muerte con valentía, y entre pases y goles, logran que hasta la misma Catrina sude en el campo.
La calaverita finaliza con la derrota de la muerte en ambos estadios, donde América y Tigres Femenil muestran su fortaleza y espíritu competitivo, aún en la imaginaria visita de la Catrina. Esta calaverita, además de resaltar el talento de los equipos femeniles, celebra la tradición mexicana de enfrentar la muerte con humor y alegría.
Aquí algunas calaveritas:
Selección Nacional
La muerte llegó al Nemesio Diez,
buscaba rivales para un buen revés.
Con guadaña en mano, lista a atacar,
pero la Selección no la dejó pasar.
Las mexicanas salieron a jugar,
y a la huesuda lograron burlar.
Entre pases y tiros la hicieron correr,
“¡Estas chicas no me dejan vencer!”
“A Tailandia vencieron, ¿y a mí qué me espera?”
dijo la Catrina con un toque de pena.
Mas las jugadoras ni un poco temblaron,
y a la calaca en la cancha la humillaron.
Con su espíritu fuerte y su gran corazón,
defendieron México con gran pasión.
La muerte cansada, se fue a descansar,
pues a la Tri Femenil no pudo asustar.
América y Tigres femenil
La muerte llegó al Azteca con mucha emoción,
para ver a las Águilas en plena acción.
Pero el América Femenil no se dejó asustar,
y con pases y goles, la hicieron sudar.
"¡Vámonos al Volcán, ahí me va mejor!"
pensó la Catrina con cierto temor.
Pero Tigres Femenil la esperaba feroz,
y en el campo la hicieron perder la voz.
Entre azulcremas y felinas, la huesuda rodó,
pues ni América ni Tigres le dieron perdón.
“Estas chicas no temen a mi llegada,”
suspiró la muerte, cansada y derrotada.
Así fue que la flaca tuvo que aceptar,
que en la Liga MX Femenil no pudo ganar.
Con fuerza y talento la hicieron huir,
América y Tigres, ¡la hicieron desistir!
Chivas
La muerte llegó al estadio rojiblanco,
con su guadaña y un andar franco.
Buscaba llevarse a las Chivas Femenil,
pero no contaba con su juego sutil.
“¡Aquí no asustas, flaca tenaz!”
dijeron las Chivas, con fuerza y paz.
Con gambetas y pases la hicieron bailar,
y la huesuda no pudo escapar.
Entre goles y risas la muerte cedió,
pues el rebaño sagrado la deslumbró.
“Me rindo, me voy, esto es demasiado,”
murmuró cansada, su plan arruinado.
Las Chivas, unidas, la hicieron huir,
y a la calaca dejaron sin reír.
“Aquí manda el rebaño, no podrás ganar,”
y así a la muerte la hicieron temblar.
Rayadas
La huesuda llegó al Gigante de Acero,
pensó que con Rayadas sería todo un juego.
Con su risa siniestra y su andar burlón,
planeaba llevarse a más de un corazón.
Pero las Rayadas no se dejaron intimidar,
y en cuanto comenzó, la hicieron sudar.
Con pases precisos y un gol magistral,
la calaca tembló, no pudo anotar.
"¡Qué difícil reto enfrentarlas aquí!",
murmuró la muerte queriendo salir.
Pues las chicas de Rayadas, con gran destreza,
no le dieron respiro ni una sola pieza.
La calaca, cansada, no pudo aguantar,
y del Gigante de Acero tuvo que escapar.
“Aquí manda Monterrey, aquí no hay temor,”
y así Rayadas venció a la de capa y guadañón.
Pumas
La muerte subió hasta Ciudad Universitaria,
con intenciones claras y mirada temeraria.
Pensaba llevarse a Pumas Femenil,
pero no imaginó su garra sutil.
Al silbato inicial, la huesuda atacó,
mas las Pumas con fuerza la enfrentaron sin temor.
Con pases precisos y un gran corazón,
la calaca sintió que perdía el control.
Entre dribles y goles la hicieron bailar,
y al final la flaca quiso llorar.
“Aquí en la cantera, no podrás ganar,”
le dijeron las Pumas, sin dejarla pasar.
La muerte cansada se fue sin lograr,
pues en Pumas Femenil no halló quién temblar.
Y así las felinas, con garra y pasión,
dejaron a la Catrina sin celebración.
Pachuca
La muerte llegó a la Bella Airosa,
con intenciones de hacer una cosa curiosa.
Quería llevarse a las Tuzas sin más,
pero en el estadio no pudo avanzar.
Las Tuzas salieron sin miedo a jugar,
y la calaca se puso a temblar.
Con un toque de magia y goles certeros,
hicieron que huyera entre sus primeros.
“¡Ay, estas chicas sí saben ganar!”,
gritó la huesuda queriendo escapar.
Pues Pachuca Femenil la puso a sudar,
y en la cancha no la dejó ni descansar.
Con talento y fuerza defendieron su honor,
y la muerte se fue sin ningún resplandor.
Las Tuzas triunfaron y, con gran destreza,
dejaron a la calaca sin ninguna proeza.
FC Juárez
La muerte llegó hasta la frontera,
con ganas de hacer una jugada certera.
“A las Bravas me las voy a llevar,”
pensó confiada, sin imaginar.
Pero Juárez Femenil no se dejó intimidar,
salieron al campo listas para pelear.
Con fuerza y con garra la hicieron sudar,
y la huesuda comenzó a dudar.
Entre pases y goles, la calaca sufrió,
pues en cada ataque su guadaña perdió.
Las Bravas unidas no la dejaron pasar,
y la muerte, cansada, se fue a descansar.
“En Juárez mandamos, ni lo dudes más,”
dijeron las chicas con firme paz.
Y así a la flaca lograron vencer,
¡pues FC Juárez la hizo correr!
Xolos
La muerte llegó hasta Tijuana a rondar,
creyendo que a Xolos iba a asustar.
Con su risa macabra y su guadaña en mano,
pensó que vencerlas sería en vano.
Pero las Xolas salieron a luchar,
y en cada jugada la hicieron temblar.
Con colmillo y garra, con gran precisión,
pusieron a la huesuda en aprietos y acción.
"¡Ay, estas chicas no ceden aquí!"
pensó la calaca queriendo huir.
Pues las Xolas, feroces y llenas de pasión,
no le dieron descanso ni compasión.
Entre goles y gritos, la muerte perdió,
y de Tijuana sin triunfo salió.
Las chicas de Xolos, unidas y fuertes,
dejaron sin nada a la flaca y su suerte.
Atlas
La muerte llegó al Jalisco a rondar,
quería al Atlas Femenil llevar.
Con su manto negro y su risa siniestra,
pensó que su plan sería una fiesta.
Pero las Rojinegras no se dejaron,
y en cuanto la vieron, rápido actuaron.
Con pases precisos y un gran corazón,
dejaron a la calaca sin compasión.
"¡Ay, estas chicas son puro valor!"
dijo la huesuda, llena de temor.
Pues las del Atlas no dieron cuartel,
y a la muerte hicieron perder el nivel.
Entre goles y risas la hicieron correr,
y la flaca decidió retroceder.
"Aquí manda el Atlas, no podrás ganar,"
y así las Rojinegras la hicieron temblar.
Querétaro
La muerte llegó hasta el Corregidora,
con su sonrisa fría y su paso de hora.
Quería llevarse a las de Querétaro Femenil,
pero en la cancha no encontró ni un fil.
Las Gallitas salieron a jugar sin miedo,
y la calaca empezó a perder el ruedo.
Entre pases y goles la hicieron girar,
y a la huesuda lograron burlar.
"¡Estas chicas no ceden, qué gran valentía!"
dijo la muerte con algo de agonía.
Pues Querétaro Femenil, con gran habilidad,
dejó a la flaca en pura humildad.
Cansada y sin fuerzas se fue a descansar,
pues las Gallitas no la dejaron triunfar.
Y así en Querétaro, con gran decisión,
vencieron a la muerte en cada ocasión.
Toluca
La muerte llegó al Nemesio Diez,
buscando al diablo con un buen revés.
Quería a las Diablas hacer temblar,
pero ellas no se dejaron asustar.
Toluca Femenil salió a jugar,
y a la flaca lograron burlar.
Con cada pase y toque letal,
la huesuda se sintió muy mal.
"¡Ay, estas Diablas son de temer!"
gritó la Catrina al retroceder.
Pues con garra y fuerza la hicieron huir,
y al final tuvo que desistir.
En el infierno rojo, la muerte perdió,
y entre risas y goles el susto se llevó.
Las Diablas triunfaron en gran comunión,
dejando a la calaca sin celebración.
Cruz Azul
La muerte llegó a La Noria a rondar,
con ganas de a las celestes asustar.
Pensó que Cruz Azul Femenil cedería,
pero las cementeras jugaron con maestría.
Con cada pase y tiro certero,
hicieron sudar al espectro entero.
“¡Estas chicas no tienen temor!”
murmuró la calaca llena de horror.
La flaca insistió y volvió a intentar,
pero las celestes la hicieron tropezar.
Entre goles y fuerza no pudo avanzar,
y con cada jugada la hicieron dudar.
Cansada y sin ganas, la huesuda salió,
pues Cruz Azul Femenil no se doblegó.
Y así las cementeras, con garra y valor,
vencieron a la muerte y su pavor.
León
La muerte llegó al Nou Camp decidida,
a llevarse a las Fieras en su atrevida.
Con su guadaña y paso lento,
pensó que sería fácil en el intento.
Pero León Femenil no se dejó amedrentar,
y en cuanto la vieron, salieron a jugar.
Con zarpazos certeros y gran destreza,
dejaron a la flaca sin fortaleza.
"¡Estas Fieras me van a vencer!"
pensó la Catrina sin saber qué hacer.
Pues con cada gol y jugada feroz,
León Femenil la dejó sin voz.
Exhausta y rendida se fue la huesuda,
pues en León halló una batalla dura.
Las Fieras triunfaron con puro valor,
dejando a la muerte sin su clamor.
Atlético de San Luis
La muerte llegó a San Luis decidida,
pensaba llevarse a las potosinas en su partida.
Con su risa macabra y su traje sombrío,
creía que el triunfo sería sencillo y frío.
Pero Atlético Femenil salió a jugar,
y con garra y orgullo la hicieron sudar.
Con pases precisos y goles certeros,
la huesuda tembló y soltó sus fierros.
"¡Estas chicas no se dejan vencer!"
pensó la calaca al retroceder.
Pues San Luis Femenil, con pura pasión,
dejó a la muerte sin celebración.
Cansada y sin fuerzas, tuvo que huir,
pues en tierras potosinas no pudo reír.
Las chicas de San Luis la hicieron correr,
¡y a la flaca no la dejaron volver!
Mazatlán
La muerte llegó a la Perla del Pacífico,
pensando que su plan sería magnífico.
Quería a Mazatlán Femenil asustar,
pero las cañoneras la hicieron dudar.
Las moradas salieron con fuerza y pasión,
a defender con garra su gran tradición.
Con olas de goles y pases perfectos,
dejaron a la huesuda sin aliento ni pretextos.
"¡Estas chicas juegan como el mar bravo!"
pensó la calaca, sin hallar algún clavo.
Pues Mazatlán Femenil la hizo temblar,
y en la cancha no la dejó avanzar.
Exhausta y rendida, la muerte partió,
y de Mazatlán rápido huyó.
Las cañoneras vencieron con honor,
dejando a la flaca sin ningún valor.
Puebla
La muerte llegó a la Angelópolis feliz,
pensó que en Puebla sería un desliz.
Con su guadaña y su porte siniestro,
buscaba llevarse a más de un maestro.
Pero Puebla Femenil salió al campo a luchar,
y a la calaca la hicieron sudar.
Con cada jugada y gol bien marcado,
dejaron a la flaca en puro desconcierto.
"¡Estas poblanas sí saben jugar!"
pensó la muerte al querer escapar.
Pues con fuerza y coraje la hicieron correr,
y entre pases certeros, la hicieron perder.
Cansada y vencida se tuvo que ir,
pues en Puebla no pudo resistir.
Las Franjitas unidas ganaron con honor,
dejando a la huesuda sin su terror.
Santos
La muerte llegó a la Comarca Lagunera,
pensaba que su misión sería ligera.
Con su guadaña y mirada altanera,
quería a las Guerreras llevarse entera.
Pero Santos Femenil no se dejó asustar,
y con cada jugada la hicieron dudar.
Entre pases y goles, llenas de pasión,
pusieron a la huesuda en total confusión.
"¡Estas chicas tienen fuerza y valor!"
pensó la flaca al sentir el calor.
Pues las Guerreras, con garra feroz,
dejaron a la calaca sin ninguna voz.
Cansada y rendida, la muerte salió,
de Torreón sin trofeo se marchó.
Santos Femenil ganó la batalla final,
dejando a la huesuda sin su plan mortal.
Necaxa
La muerte llegó a Aguascalientes veloz,
creyendo que a las Centellas vencería sin voz.
Con su guadaña y su risa sombría,
pensó que Necaxa no resistiría.
Pero las Centellas salieron a brillar,
y en cada jugada la hicieron tambalear.
Con destreza y coraje en cada ocasión,
dejaron a la flaca sin dirección.
"¡Estas chicas tienen un gran poder!"
pensó la calaca, empezando a temer.
Pues Necaxa Femenil, con fuego y pasión,
dejó a la huesuda sin gran convicción.
Cansada y vencida, la muerte partió,
y de Aguascalientes por fin se alejó.
Las Centellas ganaron con garra y valor,
dejando a la calaca sin ningún resplandor.