Después del intenso partido entre Pumas y Tigres, uno de los momentos más emotivos de la noche ocurrió fuera de la cancha, cuando Iván Castelán, un joven aficionado de las Amazonas y gran admirador de Jenni Hermoso, logró cumplir su sueño de obtener la firma de su ídola.
Iván esperó, junto con decénas de aficionados, pacientemente al final del encuentro, mientras algunas jugadoras de Tigres salían del estadio. Armado con su playera de Tigres femenil, su único objetivo era conseguir un autógrafo de la jugadora española. Sin embargo, cuando Hermoso finalmente apareció, no se detuvo en la zona donde los aficionados esperaban y subió a un auto que la llevaría de regreso.
Pero él no se dio por vencido. Con el corazón acelerado, corrió tras el auto, gritando el nombre de Jenni con todas sus fuerzas. A varios metros de distancia, y cuando parecía que ya no habría oportunidad, Hermoso notó el esfuerzo y el entusiasmo del joven. Decidió detener el auto unos instantes y, al ver llegar a Iván, le dedicó una sonrisa y firmó la playera, haciendo realidad el anhelo del aficionado.
La historia no terminó ahí. Al ver que más seguidores se acercaban, Jenni Hermoso se despidió rápidamente, pero Iván se convirtió en el héroe de la noche.
Orgulloso, levantó su playera firmada mientras otros aficionados se acercaban a él para felicitarlo y pedirle una foto junto al preciado autógrafo de la estrella. Fue entonces cuando una aficionada, divertida por la situación, comentó: “
Ándale mijito, ponte junto a la playera porque es lo más cerca que vas a estar de Jenni”.
El gesto noble de Jenni Hermoso dejó una huella especial en Paco y en todos los que presenciaron el momento. Esa firma en su playera simbolizaba no solo el autógrafo de una estrella, sino también el reconocimiento de su ídola a su pasión y lealtad. Sin duda, una noche que Paco y sus amigos aficionados no olvidarán.